El cielo está en mi interior

Mi nombre es Alessandro, soy mexicano y acabo de cumplir 21 años.

Mi historia comienza en 2021 cuando estaba muy interesado en lo paranormal como fenómeno psicológico. Investigaba mucho al respecto y un día me encontré con un video de Sadhguru hablando de fantasmas. Al principio, pensé: «¿Qué tiene que decir un viejo con turbante sobre fantasmas? ¿No rezan estos señores solo a Alá?». Sin embargo, por curiosidad, decidí ver el video. La lógica de Sadhguru me cautivó, su forma de expresarse y su precisión al describir las cosas me atraparon.

Comencé a ver más y más videos suyos. Durante varios meses pasé varias horas cada día viéndolos; aunque no realizaba ninguna práctica, me sentía demasiado «listo» para participar en prácticas de yoga. Me decía a mí mismo: «Soy muy listo para hacer estas tonterías mágicas, con mi conocimiento lógico es suficiente».

En algún punto, decidí tomar el curso de Ingeniería Interior en línea, pero sin la iniciación en Shambhavi. Honestamente, no le di mucha importancia, lo hice más como una forma de sentir que había tomado un curso de Sadhguru.

Después, me di cuenta de que Sadhguru repetía en todos sus videos que dejara de perder el tiempo viéndolos y que comenzara a hacer las prácticas. Entonces, empecé a prestar más atención a las prácticas como Isha Kriya y las meditaciones Chit Shakti. En especial practicaba frecuentemente la meditación de Chit Shakti para el éxito, ya que me hacía sentir muy entusiasmado por el futuro y con una visión más clara de lo que quería hacer.

En 2022, conocí a un buen amigo que también seguía a Sadhguru. Hablando con él, nos dimos cuenta de nuestra mutua admiración por Sadhguru, y él me contó que había sido iniciado en Shambhavi Mahamudra Kriya. Un simple comentario suyo despertó mi deseo de probar esa práctica. Me contó que, gracias a Shambhavi, había descubierto que la poesía era su pasión. Para mí, este descubrimiento desafió todo lo que creía saber; después de dos años de practicar mindfulness, este chico me decía que había descubierto su pasión por la poesía a través de una meditación. No entendía cómo era posible eso con una meditación, así que decidí inscribirme en el curso completo de Ingeniería Interior.

Después de ser iniciado en diciembre de 2022, no completé mi mandala. No le daba la importancia necesaria y cualquier excusa era suficiente para no hacer la práctica, ya fuera un poco de hambre, cansancio o flojera. La hacía de vez en cuando, pero no con compromiso.

A mediados de 2023, se me presentó la oportunidad de ir a un centro de Isha. Irónicamente, esto me estresaba mucho, ya que significaba dejar México y alejarme de todo. Me di cuenta de que cuando practicaba Shambhavi, ese estrés desaparecía. Solo con hacer esa práctica de 21 minutos me sentía tranquilo y vibrante. Entonces, empecé a valorarla y a practicarla más frecuentemente.

Ahora, no puedo dejar de hacer Shambhavi todos los días. Aunque me han sucedido muchas cosas y no tengo ni idea de adónde iré después, siempre sé que el siguiente día será increíble; vaya donde vaya o esté con quien esté, tendré este estado de paz, armonía y plenitud, como si el cielo estuviera en mi interior. Y nadie me lo puede arrebatar. Eso es lo que la práctica de Shambhavi Mahamudra Kriya ha hecho en mí.